martes, 3 de febrero de 2015

Corazón de Hielo.

Había una vez cuatro hermanas que vieron que al mundo le hacía falta algo.
Antes, según la leyenda, el mundo se dividía en partes y en cada parte haría una estación.
Las cuatro hermanas vieron que estas estaciones deberían ser compartidas, que todos merecían saber cómo se sentían las diferentes estaciones.
Así que la más pequeña, hiperactiva y caprichosa de todas, escogió la primavera, ella se encargaría de llevar a todas partes los olores y la armonía de dicha estación.
El verano seria aquella alegre, cálida y risueña. La que fuera capaz de llevar el calor y la vitalidad a todas partes.
Después vino el otoño, fue aquella hermana que pensó que todos debían tener la capacidad de soñar, de enmendarse y de mejorar... Ella lo llevo a todas partes.
Y al final vino el invierno... el invierno era frio, cruel y despiadado, cerrando los ojos ante el sufrimiento ajeno.
Cuando el invierno llegaba, las demás hermanas se ocultaban.
Así sucedió.
Así lo dicta la leyenda.
Así funciona el mundo.
Y fue así como decidieron que el invierno debía tener corazón de hielo.

Mi nombre es Hanna, y yo soy el invierno.

Gracias a Karly Yudith Sépulveda Luna por la portada.

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